Las exigencias de ventilación en los locales han superado a las Reglamentaciones actuales, los materiales que empleamos en nuestras viviendas, las soluciones constructivas… nuestra forma de vivir exige ventilaciones superiores a las planteadas actualmente. Para determinar esta nueva forma de ventilar es preciso conocer la situación actual a nivel Reglamentario para poder avanzar y conocer qué aspectos hacen que la nueva ventilación sea más exigente y acorde.
Los métodos de ventilación existente actualmente en RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios), son cinco:
Cada uno de ellos tiene un objetivo diferente en función del uso de la sala, dando más importancia a la actividad metabólica, a la ocupación o a las emisiones de contaminantes no humanos.
La entrada en el juego de los Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs) ha cambiado esta forma de ver la ventilación, hay que ventilar a las personas y a la sala, y así lo indican las Normativas que están a punto de entrar y la propia OMS (Organización Mundial de la Salud).
COVs como el formaldehido, Benceno, Radón, Naftaleno, … son comunes en nuestras viviendas y locales de trabajo y ocio y deben ser eliminados para obtener ambientes limpios y no agresivos para los ocupantes.
¿Las filtraciones ayudan a este fin?, pensemos que queremos eliminar moléculas, salvo filtros de carbono muy específicos, poco pueden ayudarnos. Solo la ventilación y la dilución de estos compuestos van de nuestra parte.
¿Qué implicarán estos cambios?
Que una mayor ventilación implique una mayor potencia en nuestros sistemas de climatización es obvio, pero si el sistema es el indicado, este incremento no es tan elevado como a primera vista se plantea. Fuertes recuperaciones de energías en aires de extracción nos solventarían gran parte de esta elevación de la potencia.
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